Por Antonio Las Heras
Durante el siglo XIX, sobre todo a partir de la expansión del espiritismo en la Europa victoriana, el fenómeno de “lo ya visto” pareció ser la piedra angular para confirmar la reencarnación y la activa participación de los espíritus desencarnados en el mundo de los vivos. ¿Cómo explicar, sino, que alguien que ingresaba por vez primera a un varias veces centenario castillo pudiera describirlo pormenorizadamente antes de haber atravesado, siquiera, el umbral? Pero lo que parecía prueba irrefutable se deshizo como arena seca entre los dedos de la mano cuando el mismo déjà-vu ocurría en una edificación recién construida. ¿Cómo atribuirlo a un saber reencarnado?
Hacia fines del siglo XIX y a partir de la fundación en Londres de The Society for Psychical Research las explicaciones ocultistas fueron dejadas a un lado y comenzaron a prevalecer aquellas que ven en el déjà-vu expresiones de la conducta humana.
Lo cierto es que dos de cada tres adultos refieren haber experimentado en, al menos, una ocasión, la peculiar sensación de “lo ya visto” comúnmente conocido como déjà-vu. Quienes protagonizan hechos de esta naturaleza perciben que una imagen real actual los remite a una anterior que no pueden especificar. Notan que “esto ya ocurrió” sin conseguir determinar en que circunstancia anterior se produjo el mismo hecho.
¿Cuál es la causa de este fenómeno? ¿Cómo se origina el déjà-vu? Lo cierto es que no existe una respuesta única. Y aunque el hecho no se encuentra aún definitivamente descifrado, lo más probable es que haya varias causas que lo provocan.
En principio, la Psicología indica que un acontecimiento o situación actual puede contener elementos que remiten al recuerdo de varias sensaciones (particularmente aquellas experimentadas en la infancia) que, al fundirse en una sola, dan a la consciencia la imagen de que se trata de un recuerdo único y
concreto que tuvo lugar en algún momento de la vida. Esto explica por qué no se puede acceder a este recuerdo: ocurre que nunca fue tal. Se trata de la suma de diferentes percepciones, inclusive acontecidas en diferentes tiempos y lugares, todas asociadas en torno a un mismo centro emocional e impregnadas por un alto contenido afectivo.
Los neuropsicólogos se inclinan a atribuir el déjà-vu al cansancio y al estrés.
Investigadores de la Universidad de Leeds, en Inglaterra, tras estudiar aquellos casos clínicos en los que “lo ya visto” ha dejado de ser un fenómeno casual para convertirse en algo patológico. Esto ocurre cuando llega a manifestarse como una “enfermedad” porque la persona refiere tener esta sensación con regularidad y en múltiples ocasiones, acarreándole malestar y un alto grado de angustia que le es imposible controlar voluntariamente.
El doctor Chris Moulin, principal autor del estudio, expresa: “Consideramos que el síntoma es causado por una falla en el lóbulo temporal del cerebro, donde el circuito que se desencadena cuando alguien recuerda algo está funcionando mal”. Según el especialista, en la persona que sufre déjà-vu de manera crónica, el circuito de procesamiento de la memoria está hiperactivo o no logra “descansar” en ningún momento, y esto provocaría la creación de “falsos recuerdos”. De acuerdo a esta opinión, la persistencia de esta situación puede conducir a severas depresiones. “Los enfermos crónicos de déjà-vu necesitan –expresa Moulin – tener el consuelo de que no están solos, y nosotros necesitamos su ayuda para poder aprender más sobre quién lo padece, qué la causa y por qué”.
La Parapsicología enseña que el déjà-vu es un fenómeno extrasensorial asociado a la clarividencia o la precognición.
Para Carl G. Jung – nos dice el Prof. Dr. Vicente Rubino, presidente de la Asociación Junguiana Argentina – el déjà-vu es una sensación que ocurre cuando un acontecimiento que el sujeto está viviendo concretamente tiene relación con un sueño parapsicológico que estaba reprimido o censurado. Al encontrarse físicamente, por primera vez, en el lugar o en la situación que mostró el sueño, el inconsciente transmite el dato a la consciencia como si se tratara de un recuerdo perceptivo, concreto y objetivo vivido con anterioridad y no como un contenido onírico.
La psicofisiología sostiene, desde hace mucho, clasifica al fenómeno de “lo ya visto” como una paramnesia. “Existen diferentes motivos, muy bien conocidos por la ciencia, que provocan confusión a la consciencia”, expresa el Prof. Dr. Eduardo Mas Colombo, presidente de la Asociación Argentina de Ciencias Psicofisiológicas. Y agrega: “Entre las paramnesias el déjà-vu es un clásico, fomentado por cansancio extremo, momentos de inestabilidad emocional o estados alterados de consciencia”. “Obviamente – agrega Mas Colombo – que no estamos negando un posible origen parapsicológico para algunos casos. Lo que pensamos es que no hay un causa única que provoque la sensación de “lo ya visto”.