EL POLTERGEIST ES UN FENÓMENO PARANORMAL PROPIO DEL SER HUMANO 

Escribe el Dr. ANTONIO LAS HERAS

Poltergeist es una expresión de origen alemán que puede traducirse como duende burlón. En Parapsicología hablamos de un fenómeno de poltergeist cuando, repentinamente, en una casa, un edificio o, simplemente, en una habitación, comienzan a producirse determinados sucesos, en principio, inexplicables. Objetos que se mueven solos, vasos que estallan, mesas elevándose, mampostería arrancada por invisibles y poderosas garras.

Pero, a diferencia de lo que sucede en las casas encantadas, no se oyen aquí ruidos misteriosos, ni hay visiones fantasmales.

También su duración es más breve. Entre pocos días y algunos meses, a lo sumo. En ocasiones dejan de producirse abruptamente como comenzaron, de la noche a la mañana. Pero, a pesar de lo que se creyó por siglos, no son originados en la actividad de duendes burlones, ni espíritus desencarnados, o almas penando. Es un fenómeno parapsicológico provocado por una persona identificable del mundo de los vivos.

En todos los casos de poltergeist existe la presencia de un adolescente o un púber (varón o mujer) de entre 4 o 5 años de edad, hasta los 19 o 22 años que es quien, sin proponérselo conscientemente, provoca estos hechos. Entra a la casa y las cosas comienzan a desplazarse, ciertos objetos se rompen, tras un estallido o junto con éste, los aparatos eléctricos fallan.

Según el caso, dependerá la intensidad y frecuencia de los fenómenos. A esto los parapsicólogos lo denominamos psikinesis espontánea recurrente (PKER). O lo que es lo mismo: acción de la potencialidad parapsicológica sobre el mundo exterior ejercida con comprobable periodicidad. Los PKER manifiestan la disconformidad psíquica del joven que produce esta acción psikinética por algo referente a la familia que lo rodea. Una razón que, tal vez, ni siquiera conoce a nivel consciente.

Generalmente, después de ser adecuadamente tratado el adolescente por un profesional especializado, los fenómenos cesan.

Los casos de poltergeist no entrañan, como podría suponerse, una intencionalidad destructiva por parte de quien lo provoca.

Es más que otra cosa, un pedido de auxilio por vía parapsicológica. Un llamado de atención.

Inconscientemente el adolescente o el púber acciona su potencial parapsicológico a efectos de que éste produzca fenómenos que atraigan el interés familiar y esa necesidad afectiva que siente que le falta, lo lleva involuntariamente a realizar fenómenos PKER. Si se le pregunta a la persona por qué lo hace, nos dirá que desconoce quien es el causante. Y no está mintiendo. Él mismo se asombra de lo que ocurre en derredor.

Es por este motivo que, a pesar de estrellarse violentamente de una a otra pared objetos pesados, de romperse vidrios en miles de pedazos y quebrarse espejos – por dar solamente tres ejemplos – en ningún momento los trozos hieren o matan a los presentes.

De acuerdo con nuestras investigaciones, los objetos desplazados psikinéticamente, son controlados por clarividencia, telepatía y precognición (facultades extrasensoriales) durante su recorrido, evitando producir daños en seres vivientes.

Los profesionales de la entidad que dirijo, hemos tenido oportunidad de tratar algunos de estos sucesos consiguiendo – mediante un sistema especialmente diseñado – regresar la situación a la normalidad en término de pocos días.

El mejor consejo que puede darse frente a estos casos de poltergeist, es el de mantener la calma y dirigirse a profesionales idóneos.

Hay que recordar que por tratarse de un acontecimiento originado por el psiquismo de una persona joven, cualquier desatino producirá ulterioridades desagradables.