Crítica publicada en el matutino La Prensa.
Buenos Aires, 18 de mayo de 2003
Por Pablo S. Otero
Uno de los temas que adquirieron mayor difusión del psiquiatra y psicoanalista suizo Carl Gustav Jung es el del inconsciente colectivo, aquellas estructuras resultantes de los momentos emocionales esenciales y fundantes de la Humanidad.
Sin embargo, el maestro de Zurich, como se lo denomina, a partir de la separación laboral de Freud desarrolló otras teorías psicológicas que lo convirtieron en una de las personalidades más fascinantes para el mundo científico.
El encargado de llevarnos al interior de la Psicología Junguiana, una variante de las teorías freudianas, es Antonio Las Heras, quien hace más de dos décadas organizara en el país las primeras jornadas y congresos sobre el psiquiatra.
Jung quiere ofrecer a los hombres, a través de su Psicología, la plena realización de cuantas posibilidades tenga el individuo. Amaba la vida y quiso brindar una totalidad para conseguir los deseos positivos de la vida.
Las Heras, entonces, a partir de una estructura nutrida en esa intención, recorre la vida y la obra de Jung y desarrolla sus principales teorías, como las referidas a las neurosis, el surgimiento de los complejos, los elementos que conforman la personalidad, lo inconsciente personal y colectivo y las diferentes interpretaciones de los sueños, entre otras. Dedica además un interesante capítulo a los estudios y experiencias vividas sobre fenómenos parapsicológicos en su vida. Un tema poco conocido que refleja su visión adelantada en la primea mitad del siglo XX sobre estos temas llamados ‘ocultos’.
‘Psicología junguiana’ representa una valiosa y resumida aproximación a los más variados y enigmáticos temas humanísticos que desarrolló el sabio suizo a lo largo de toda su carrera científica.